Los navegadores guardan la información de nuestra actividad en nuestro equipo. Se guarda en forma de cookis y demás archivos complementarios. De esta forma nos facilita el trabajo ya que con introducir las primeras letras de una página ya nos aparece la dirección completa. Cuando accedemos al Facebook o Twitter no tenemos que introducir cada vez la contraseña ya que el navegador lo guarda todo.
Pero en ocasiones sentimos la necesidad de buscar algo que no queremos que sepa nadie que lo hemos buscado o simplemente queremos tener más privacidad. Los navegadores tienen una función que suena magnifica que es el modo incógnito (Google Chrome) Inprivate (Microsoft Edge), etc. Estas funciones nos prometen mayor privacidad. ¿Pero realmente es así?
La respuesta es sí, pero no frente a todos. El modo oculto lo que hace es no guardar de forma permanente la información de búsqueda, historial y cookis en nuestro ordenador. Esto no afecta para nada a la compañía telefónica que sigue viendo nuestra actividad así como los servidores que visitamos (Facebook, Google, etc)
Entonces, la función de modo incógnito es útil cuando varios usuarios usan el mismo ordenador y la misma sesión. Así uno no sabe lo que hace el otro porque no se guarda la información en el equipo. Simplemente se crea unos archivos temporales que el cerrar el navegador se borran.
Con herramientas mas avanzadas, por supuesto, que se puede recuperar esta información o solicitar a la memoria principal las conexiones que estuvieran abiertas para así ver las páginas que se ha visitado.
Si buscamos protegernos de los ojos de nuestro proveedor de servicio de Internet, del gobierno o de los gigantes del Internet como Google tenemos que recurrir a otros métodos más avanzados. Pero esto da para una entrada a parte.